Se cumple un año del tristemente célebre Viernes Negro, el día que el mundo se vino abajo para muchos jugadores de poker en todo el mundo, cuando el gobierno de los Estados Unidos cerró tres de las más importantes compañías de poker online del país.
Desde la aprobación de la ley UIGEA en 2006, la industria del juego online se vio envuelta en un torbellino y su desaparición parecía casi segura. Sin embargo, después de la sacudida, la industria logró adaptarse y regresó a su nivel de crecimiento anual.
Al gobierno de los Estados Unidos le llevó casi 4 años implementar las regulaciones y el recordado 15 de abril de 2011, los principales actores de la industria del poker enfrentaron acusaciones y se llevó a cabo la incautación de Full Tilt Poker, PokerStars y Absolute Poker. Acusaciones adicionales fueron presentadas contra los principales actores de la industria, derivando en la confiscación de más sitios web y cargos de lavado de dinero y otros delitos relacionados con una variedad de operaciones online.
Las cuentas de los jugadores fueron congeladas y meses después se reveló que no existían fondos suficientes para cubrir los balances de los jugadores, haciendo tambalear a la industria mundial del poker en internet. Pokerstars logró pagarle a sus jugadores, pero el destino de FTP y Absolute Poker fue diferente. Con la llegada de Bernard Tapie y su oferta de compra de Full Tilt, el futuro parecía más prometedor.
Pero a finales de febrero, el Departamento de Justicia dio un nuevo golpe acusando al fundador de Bodog.com, Calvin Ayre de varios cargos, entre ellos conspiración y lavado de dinero. También fueron acusados James Philip, David Ferguson y Derrick Maloney, todos, junto a Ayre de gestionar negocios de juego y apuestas ilegales y conspirar para cometer lavado de dinero. De esta manera la industria vio que las autoridades de USA seguían tras estas actividades orientadas al mercado norteamericano, por lo que muchos decidieron cambiar sus dominios .com, para evitar posibles sanciones.
La industria del juego y el poker online sigue siendo un ámbito difícil para los jugadores de los Estados Unidos y aún resta esperar si la regulación del mercado impondrá un contexto de legalidad y beneficios para todas las partes o traerá aún más inconvenientes para todos los participantes.
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