El Groupe Bernard Tapie emitió un comunicado oficial en el que confirma que tras siete meses de intenso trabajo, los esfuerzos de la compañía para lograr la aprobación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para adquirir los activos de Full Tilt Poker, “han terminado sin éxito”.
En su nota de prensa, el Grupo Tapie remarcó que el acuerdo con las autoridades no pudo concretarse a causa de dos causas principales:
“Las partes no pudieron ponerse de acuerdo sobre un plan de devolución del dinero de los jugadores. GBT propuso un plan que habría dado lugar a la reincorporación inmediata de todos los balances de los jugadores, con derecho a retirar esos fondos con el tiempo, en función del tamaño del balance del jugador y la actividad de juego del jugador en el sitio una vez que sea relanzado. Todos los jugadores tendrían permitido la retirada total de sus saldos, independientemente de si se juega en el sitio, en una fecha determinada, y el 94,9 % de los jugadores habrían sido reembolsados en su totalidad el día 1”.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos insistió en la devolución total con el derecho de retiro dentro de los 90 días para todos los jugadores, lo que resultó para GBT “una demanda sorpresa de última hora, después de meses de negociaciones de buena fe”.
Por otro lado, las complicaciones legales en torno a la oferta, en concreto, las preguntas en torno a la legalidad de la confiscación en virtud de las leyes fuera de Estados Unidos , también resultó ser un tema irresoluble. Todos los principales activos de las empresas FTP residen fuera de los Estados Unidos. Un tribunal de fuera de Estados Unidos podría considerar que la supuesta confiscación como supone una “operación fraudulenta”, y lo considere inválido o que el adquirente de los activos es responsable de todas las obligaciones de los acreedores.
Teniendo en cuenta el precio de compra de 80 millones de Dólares, y la cantidad de dinero que se necesita para relanzar FTP, resultaron ser demasiado grandes para superar. En su comunicado, GBT afirmó que: “es consciente de las esperanzas que ha creado, en los empleados de FTP sobre la retención de sus puestos laborales, en los jugadores sobre la recuperación de sus balances y en toda la comunidad del poker sobre el relanzamiento de la sala de poker online. GBT no acepta el final de esas esperanzas. Por esa razón, a menos que se encuentre una solución concreta y viable jurídicamente en los próximos días para salvar a los empleados y pagar a los jugadores de FTP, avanzaremos con nuestro propio plan de acción”.
Sobre las versiones que indican que el Departamento de Justicia habría acordado con Pokerstars la compra de los activos, GBT señaló que: “de ser correcto, solo podemos asumir que Pokerstars determinó que está dispuesto a aceptar estos riesgos legales y financieros con el objetivo de resolver su propia situación legal con DOJ”.
Por último, destacó que: “si la adquisición de FTP por parte de Pokerstars significa que todos los jugadores de FTP obtendrán su dinero de forma inmediata, estamos muy felices por los jugadores, ya que el pago total a los jugadores siempre fue nuestra prioridad. Solo lamentamos que tal acuerdo sería una señal de una mayor consolidación de un mercado del poker ya dominado por un solo jugador , un resultado que puede plantear problemas de competencia y que, en el largo plazo, probablemente no es bueno para los jugadores y para la industria del poker online general”.
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