La discusión de la polémica ley anti-piratería de Estados Unidos, conocida como SOPA ha sido suspendida y pospuesta ante el retiro del apoyo por parte del gobierno de Barack Obama. Además había sido reprobada por las principales empresas de la industria online, siendo acusada de violar la libertad de expresión y ser un arma de censura.
En un comunicado, la Casa Blanca afirmó, refiriéndose a la ley SOPA, que: “no apoyaremos leyes que reduzcan la libertad de expresión, aumente los riesgos para la seguridad en el área cibernética o socaven una red global dinámica e innovadora”.
Así, el proyecto de ley fue perdiendo fuerzas y adeptos, lo que derivó en la suspensión del debate de la ley, hasta conseguir el apoyo necesario para seguir con la iniciativa que tiene como objetivo principal, según sus creadores, detener las acciones relacionadas con la piratería online. Lamar Smith, el congresista que impulsa el proyecto ya anunció que retirará de la regulación el artículo que solicita a los proveedores de internet el bloqueo del acceso a sitios fuera de USA donde se ofrecen contenidos ilegales.